Monedas de oro de Carlos IV

En esta ocasión vamos a estudiar de forma general las monedas de oro del Rey Carlos IV, que comparten la mayoría de sus características con aquellas labradas durante el reinado de Carlos III.

El retrato utilizado para las monedas realizadas en este metal fue el mismo en las cecas peninsulares y en las indianas, mientras que para la moneda de plata se siguieron diferenciando los bustos de ambos territorios.

El conocido como “busto propio” utilizado en las monedas áureas de este rey cuenta con los habituales atributos que veíamos ya en la moneda de Carlos III, aunque en este caso el manto que cubría la coraza es sustituido por la clámide, que se encuentra sujeta a la altura del hombro por una fíbula. Madrid fue la principal ceca peninsular encargada de acuñar este tipo de piezas y lo hizo en todos los valores. El único diseño diferente al del “busto propio” llevado a cabo en esta casa de moneda fue el de las medallas de proclamación del año de 1789, que contaban con un valor de medio escudo, anverso con las armas del Rey y reverso con la inscripción “ACCLAMATIO AVGVSTA”.

También se acuñaron monedas de oro bajo el nombre de Carlos IV en la ceca de Sevilla, aunque en menor cantidad y solo en los valores de dos, cuatro y ocho escudos. Aquellas con valor de dos escudos son las más abundantes y de las que contamos con una mayor variedad de años en que fueron emitidas.

En América el número de cecas fue mucho mayor y los valores que se acuñaron abarcan desde el escudo hasta los ocho escudos. México y Lima son dos ejemplos relevantes, pudiendo nombrar algunos otros como fueron el caso de Guatemala o Potosí. En todas ellas se utilizó el “busto propio” sin apenas variaciones, a excepción de en dos de ellas donde sí existen variantes, como así veremos en futuros artículos.

Es importante tener en cuenta que en las monedas de oro ultramarinas de este rey no es raro encontrar el busto de Carlos III, que se utilizó en muchas ocasiones antes de establecerse el retrato oficial de Carlos IV.

Esperamos que este breve análisis haya resultado de su interés y esperamos contar con ustedes en futuros artículos sobre las monedas antiguas de la numismática española.

Un saludo muy cordial y hasta la próxima. Gracias.