La Moneda Ibérica del Jinete

Hola y bienvenidos de nuevo al canal de Numismática Mayor 25. En esta ocasión vamos a hacer una breve introducción a un tipo muy particular de monedas que se acuñaron en Hispania en los siglos II y I antes de Cristo: el jinete ibérico.

Estas monedas ibéricas con la iconografía del jinete son originarias de la zona del centro y noreste de la Península, lo que los romanos llamaban Provincia Citerior.

aunque hay algún caso raro y puntual en que aparecen en el sur e incluso en el sur-oeste. Se acuñaron tanto en plata (denarios) como en bronce (ases) y siempre con alfabeto ibérico.

Sería en la ciudad de Kese (Tarragona) donde al parecer nace este tipo de moneda de busto masculino en el anverso y jinete en el reverso. Este arquetipo iconográfico fue adoptado por el resto de cecas de la Hispania Citerior. Este suceso coincide históricamente con el hecho de que Roma reemplazara Ampurias por Tarraco como centro de sus operaciones militares en la Península Ibérica.

A partir de ahí fueron un número elevado de ciudades, algo más de 100, a las que se les atribuye la acuñación de estas monedas ya sea en cobre o en plata. Los divisores de ambos son así mismo bastante escasos. Las monedas vinieron a servir en un momento inicial como pago a los soldados y más tarde, cuando se asentó la cultura económica en el comercio local, también sirvieron para este comercio interno.

El busto masculino va muchas veces adornado con un torque y a veces le acompañan letras. El jinete del reverso suele portar una lanza, aunque a veces también una palma o una hoz o una espada. Bajo el jinete figura la ceca en leyenda íbera.

Las Guerras Sertorianas, que tuvieron lugar en la Península Ibérica entre los años 82 y 72 a.C., contribuyeron a la producción en masa de este tipo de monedas con el fin de pagar a las tropas, sobre todo de la ceca de Bolskan, lugar que habría sido el centro de planificación de maniobras durante la contienda.

También fueron destacadas las cecas de Turiasu y Sekobirikes. Estas tres cecas mencionadas en esta guerra civil, serían las últimas en acuñar plata, y cuando el conflicto terminó, la producción del denario ibérico también vió su fin. Conviene hacer notar que se han hallado cuños de Bolskan en zonas muy alejadas de la ceca principal lo que sugiere que podría tratarse de posibles cecas volantes para pago de los ejércitos y a su vez como elementos de tipo propagandístico.

Desde el fin de las Guerras Sertorianas en el 72 a.C. hasta la segunda guerra civil romana en el 49 a.C. (César vs Pompeyo), las cecas de la Citerior ya no acuñaban plata, solamente bronce, y cambiando su alfabeto íbero por el latino, fruto de una paulatina romanización.

A partir del 49 a.C. la mayoría de estas cecas dejaron de emitir este tipo de piezas y se empezaron a acuñar monedas propiamente romanas.

En cuanto a la metrología, el denario ibérico tendría un peso que oscilaría entre los 3.6 y 4 gr aproximadamente, similar al denario romano republicano. Algunas cecas, p.ej. Turiaso, también emitirían quinarios, aunque en mucha menor proporción y equivaldrían a la mitad de un denario.

Los ases en cuanto a su metrología no tenían un sistema fijo definido, cada ceca tenía el suyo, y en cada una de estas, con el tiempo, iría variando el peso y el diámetro. En algunas también se emitían divisores como semis, tercio, cuarto, etc que dependiendo de la ceca llevaban marcas como barras, puntos o letras que indicaban su valor.

El jinete ibérico ha sido un todo un icono de la numismática española por siglos. Fue adoptado en época de Franco, 1941, para el reverso de las piezas de 10 y 5 céntimos de aluminio.

Bueno, pues esto ha sido todo por hoy. Solo he de recordarles que en Mayor 25 compramos y vendemos monedas antiguas y que estaremos encantados de poder verlos pronto por aquí.

Saludos cordiales. ¡Gracias!