Duros de Sevilla de Felipe V

Después de haber tratado previamente los reales de a ocho segovianos y madrileños durante el reinado de Felipe V, nos centramos en el presente estudio en los duros sevillanos a nombre de este soberano.

 

 

La ceca de Sevilla, al igual que la de Madrid, labró monedas mediante diferentes técnicas de acuñación, a saber, a martillo, a molino y a volante.

Las piezas más abundantes son las que cuentan con el mismo diseño que el de los típicos duros de Segovia y Madrid y que se realizaron entre los años de 1704 y de 1734, es posible diferenciar en ellas dos grandes grupos atendiendo a su técnica de acuñación, bien a molino, bien a volante.

Existen, además, otras variaciones entre algunas de ellas como vamos a ver a continuación:

 

 

Entre 1704 y 1713 encontramos el modelo que mayor número de diferencias presenta.

En su anverso el escudo real cuenta con una corona distinta a la habitual y una pequeña orla interior que rodea el conjunto, siendo este elemento uno de los que más destaca respecto al resto de variantes, también resulta llamativo la representación en números romanos del valor de las piezas a la izquierda del escudo.

El diseño de aquellas realizadas el año de 1718 tienen también una corona poco común, siendo esta su principal diferencia.

Los años de 1729 y de 1730 se acuñó otra variante que carece de la marca de ceca y del ensayador.

El diseño de las monedas de este tipo emitidas el resto de años no presentan diferencias.

 

 

Ahora vamos a analizar las monedas que se acuñaron mediante la técnica de martillo, que fueron muy escasas en Sevilla durante este reinado y de las que existen solo dos fechas diferentes, 1702 y 1704.

Son piezas realmente llamativas en las que el diseño difiere con respecto al habitual en motivos como pueden ser la corona del escudo real o la orla interior punteada que podemos ver en su reverso, así como el valor en números romanos situado a la izquierda del escudo.

Lo más destacable en estas piezas es de todas formas su técnica de acuñación, que es la responsable de su característica forma irregular.

 

 

Existen también unos duros sevillanos muy curiosos, que fueron los primeros en acuñarse a nombre de Felipe V en esta ciudad, el año de 1701, que son conocidos como “Marías” y en los que puede apreciarse un diseño completamente diferente al que vemos en el resto de su numerario.

En su anverso aparece el escudo simple de España coronado y rodeado por el Toisón, en su reverso el monograma de la Virgen María -responsable del apodo de estas piezas- conforma la imagen central junto a la Cruz que se encuentra sobre el mismo.

El diseño de estas monedas es una herencia de las emisiones del Rey Carlos II, quien las mandó labrar con un peso reducido a fin de paliar la crisis económica de su época y en las que el uso simbólico de la Virgen María perseguía su aceptación, ya que se trataba de monedas devaluadas.

Si bien en tiempos del “Hechizado” se labraron en Segovia, Madrid y Sevilla, durante el periodo que aquí tratamos sólo se realizaron en Sevilla y constituyen una rareza dentro del monetario del Rey Felipe V.

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