Las monedas “macuquinas” de oro acuñadas durante el reinado de Felipe V

Hola y bienvenidos de nuevo al Canal de Numismática Mayor 25. En esta ocasión les hablaremos de las monedas de oro acuñadas a martillo en tiempos de Felipe V en las cecas americanas y denominadas conmunmente “macuquinas”. Queremos hacer notar que el término “macuquino” se refiere solamente a las que se emitieron en América. Por tanto, las piezas a martillo producidas en Sevilla, en Madrid y en otras cecas peninsulares no se deberían denominar así aunque a veces si que se emplee dicho término.

La monedas acuñadas a martillo son piezas cuya estética en principio no resulta muy atractiva sobre todo por su forma irregular y tosca. Lo realmente importante era su peso más que su aspecto y por lo tanto no eran piezas bien acuñadas. En muchas de ellas faltan siempre datos tales como ceca, ensayador o fecha. Sin embargo y con el paso del tiempo su interés ha ido creciendo, posiblemente por su escasez y por el grado de rareza de algunas en particular.

 

Estas monedas tenían un problema muy específico y es que debido a su forma irregular resultaba difícil detectar si estas sufrían “mutilaciones” por lo general pequeñas pero que al final podían afectar a su valor real de peso en oro y esto condujo a la reforma monetaria de 1728, que disponía que se debía terminar con la fabricación de monedas a martillo y sustituirlas por piezas acuñadas por prensas volantes, de molino y con cordoncillo, mucho más difíciles de manipular.

 

Como ya explicamos en el anterior trabajo sobre Fernando VI esa normativa no pudo aplicarse completamente debido a los diversos factores tecnológicos que allí se explican y se siguieron acuñando piezas macuquinas durante unos cuantos años más. En cualquier caso estas fueron desapareciendo paulatinamente de forma oficial al ser sustituidas (reacuñadas) por las nuevas con cordoncillo y es por ello que solo unas pocas han llegado hasta nuestros días.

Vamos a ver pues las de la época del reinado de Felipe V en América cuyas cecas serán México, Lima y Santa Fe de Nuevo Reino.

 

En Lima se acuñaron monedas de 8, 4, 2 y 1 escudo.

 

Las primeras emisiones, que abarcan el periodo comprendido entre las fechas de 1701 a 1709, son particularmente redondas. En estas primeras monedas y para los 8 escudos, en el anverso estaría escrita la leyenda de PHILIPPVS V DG HISPAN y en el reverso ET YNDIARVM REX. De 1710 a 1715 ya dejarían de tener tanta redondez ni estarían tan centradas como las de los años anteriores, y la leyenda del reverso terminaría en REX ANO y la consiguiente fecha.

 

Las onzas de Lima tienen un estilo particular, llevan la cruz de Jerusalén en el anverso, mientras que en el reverso aparecen representadas las columnas de Hércules. En los capiteles de las columnas se puede observar como en las primeras emisiones hasta 1716, tienen el mismo estilo que las de Carlos II, y a partir de esa fecha evolucionan hacia otra forma.

 

 

Las de 1 escudo son las únicas que tienen un estilo diferente al resto, apareciendo en el anverso un castillo en el centro, a su izquierda la ceca, a su derecha la marca del ensayador y debajo la fecha. En el reverso estaría la cruz de Jerusalén. Las acuñaciones de 8 escudos realizadas en 1746 tienen una característica peculiar, y es que en cada cuadrícula aparecen representadas estrellas.

En México se acuñaron monedas de 8, 4, 2 y 1 escudo.

 

En los 8 escudos está escrita en el anverso la leyenda de PHILIPPVS V DEI G y la consiguiente fecha. En el reverso aparece la leyenda de HISPANIARVM ET INDIARVM REX. En esta ceca las primeras macuquinas que se acuñaron tenían un diseño con unos trazos más rectilíneos hasta 1714, cuando varían hacia un estilo más redondeado.

 

Podemos observar que el cambio dinástico de los Habsburgo a los Borbones se refleja claramente en la numismática desde los primeros años de Felipe V. En estas piezas podemos ver como el escudo de armas de los Borbones, las flores de lis, sustituyen en el centro del escudo de España a los escudos de armas de Flandes y Tirol, los cuales se encuentran más abajo. En el reverso de los escudos aparece la cruz de Jerusalén en el interior de una figura tetralobulada, y los ángulos de los brazos de la cruz lo rellenan hojas o lazos, dependiendo del estilo de la moneda.

La ceca de México tiene la peculiaridad de que fue la única ceca que acuñó “galanos” o “reales” de oro.

 

Los fabricaban de 8, 4, 2, y 1 escudos. No existe ninguna evidencia ni documentación al respecto de porqué acuñaban así estas especialmente cuidadas monedas. Existen teorías no constatadas, como la de que estas piezas fueron labradas para ser exhibidas como modelo al rey. Por ello en los Estados Unidos se les conoce como “royals”.

En Santa Fe de Nuevo Reino (la actual Bogotá) se acuñaron monedas de 8, 4, 2 y 1 escudo.

 

Estas monedas son relativamente parecidas a las mexicanas, pero varían algo en el estilo. En el reverso aparece la Cruz de Jerusalén en el interior de una figura tetralobulada, enlazados en la parte exterior por unos semicírculos más pequeños, de donde salen unos lazos que llenan el campo vacío que hay entre los brazos de la cruz. En cuanto a la leyenda, en los 8 escudos viene en el anverso PHILIPPVS V D G y en el reverso HISPANIARVM REX con su consiguiente fecha. Las palabras están separadas entre sí por florones. Los divisores tendrán todo el mismo estilo. Las de 8 y 4 escudos son piezas bastante más raras y tardías que las de Lima y México mientras que los divisores de 1 y 2 escudos se empiezan a acuñar desde más temprano y en grandes tiradas y son hoy relativamente frecuentes.

Bueno, pues esto ha sido todo por hoy.

Aprovechamos para recordarles que en Numismática Mayor 25 compramos monedas de oro de todas las épocas y en particular piezas macuquinas, ya sean sueltas o en colecciones y que estaremos encantados de poder ver y valorar sus monedas. Nuestras tasaciones las realizamos aquí en nuestra tienda de la calle Mayor de Madrid y son completamente gratuitas y sin compromiso.

¡Un saludo muy cordial y hasta la próxima!