Monedas de oro romanas: el aureo

En la Roma Republicana, previamente a la época de Julio César, se acuñaron monedas de oro esporádicamente y en pequeñas cantidades.

En el contexto de la 2º Guerra Púnica se acuñaron las primeras monedas de oro, las cuales hoy en día muchos las demoninan estáteras y otros áureos, alrededor del 218-216 a.C., cuando Roma estaba perdiendo fuerza a causa de la entrada y las victorias de Aníbal en la Península Itálica. Estas nuevas monedas tenían un peso de unos 6.88 gr y hemiestáteras de 3.44 gr. El modelo estaba inspirado en el didracma quadrigatus. En el anverso se puede observar el busto de jano bifronte, el dios romano de los principios y los finales. En el reverso aparecen dos soldados con lanza apoyando sus brazos derechos sobre un tercero que se sitúa en el medio sosteniendo un cerdo para ser sacrificado. En el exergo del reverso aparece la palabra de ROMA. El soldado de la izquierda se ha interpretado con un guerrero itálico y el de la derecha con un romano, dando a entender que era una herramienta de propaganda para llevar una empresa conjunta de Roma y los pueblos itálicos contra Haníbal, ya que las pretensiones de este último eran socavar el sistema de coaliciones que Roma había forjado con muchas ciudades de la Península Itálica.

Se labró una segunda serie de acuñaciones de “estáteras” de oro alrededor del 211 al 208 a.C. Aquí la dinámica de la guerra había cambiado gracias a la conquista de Siracusa y a las victorias en Hispania de los romanos. El poder romano se había fortalecido y gracias al oro obtenido en estas campañas; pudieron acuñar más numerario áureo que en la primera serie. Estas “estáteras” tenían un peso de unos 3.38 gr. En el anverso podemos observar el busto de perfil del dios Marte con casco; en el reverso el águila que representa a Júpiter sobre un rayo y en el exergo la palabra ROMA. Hay una teoría que apunta a que este diseño puede tener relación a una posible financiación de oro por parte de Ptolomeo IV a Roma, para combatir contra Filipo V de Macedonia, el cual era aliado de Cartago.

En el siglo I a.C. por parte del general Sila se empezaron a acuñar áureos (denarius aureus), pues a partir de aquí recibieron esta denominación y se emplearon principalmente para financiar las campañas de la Primera guerra civil romana. El oro provenía del botín obtenido de las guerras en Grecia contra Mitrídates VI, el rey del Ponto. Tenía un peso de unos 10.74 gr.

En el anverso aparece la cabeza de Roma y la leyenda de L MANLI PRO Q, que hace referencia al magistrado L.Manlius L.f. Torquatus que fue ProQuestor en el 82. En el reverso podemos ver a Sila sobre una quádriga y sobre él la victoria volando, y en el exergo L SVLLA IMP.

Julio César prosiguió con la acuñación de aúreos durante la Segunda guerra civil con Pompeyo, En el 48 a.C. hizo una primera serie aludiendo a sus éxitos en la guerra de las Galias habiendo vencido a Vercingetorix y aprovechando el oro obtenido del botín de la conquista. Pesaban unos 8,5 gr.. En el anverso aparece la cabeza de Venus y la marca de control LII, y en el reverso el trofeo de armas galo y en el exergo la leyenda caesar. Con estas monedas César trataba de asegurarse la fidelidad de sus tropas, legitimando la Guerra de las Galias y recordando su triunfo.

En el 47 a.C. realizó una segunda serie. En el anverso aparece el hacha y el culullus, con la leyenda Caesar Dict. En el reverso observamos la jarra y el lituus, en el exergo la leyenda ITER y alrededor la corona de laurel. Estos atributos simbolizaban la condición de Pontífice máximo. La leyenda mostraba que César se convertía en dictador.

Se emitió una tercera serie en el 46 a.C., cuando celebró sus triunfos sobre la Galia, Egipto, Ponto y África. En el anverso aparece la cabeza velada de vesta y la leyenda de C. Caesar Cos Tert, (Cayo César cónsul por tercera vez). En el reverso aparecen instrumentos pontificios y la leyenda de A. HIRTIVS PR (prefecto Aulo Hircio).

Una vez que asesinaron a César en el 44 a.C. Se produjo una época convulsa entre dos facciones romanas que terminó por dar lugar a la 3º Guerra civil romana. En ambos bandos se acuñaron aúreos para ganarse la fidelidad de los regimientos, como este áureo de Marco Antonio. La contienda terminará con el enfrentamiento decisivo entre Octavio y Marco Antonio en la Batalla de Actium en el 31 a.C. y de la que Octavio saldrá vencedor.

 

En el 27 a.C. Octavio terminó implantando el “Principado” (Imperio), y el senado le concedió el nombre de Augusto. A partir del 19 a.C. este llevó a cabo una reforma democrática. A partir de aquí el aúreo se estableció de forma definitiva como la moneda de más valor en el sistema monetario romano. Tendría un peso de 7.75 gr, con una pureza de 950 milésimas, y su valor equivaldría a 25 denarios. También creó su divisor el quinario, que correspondía a la mitad de su valor con un peso de 3.92 gr.

A partir de aquí en toda la historia del Imperio romano podemos ir viendo que en cada reforma monetaria el peso del aúreo bajará cada vez más. Con la reforma monetaria de Nerón bajará a 7.27 gr. y 889 milésimas de pureza. Con la de Caracalla a 6.55 gr. y 800 milésimas. Diocleciano en el 286 d.C. Realizó una reforma del sistema monetario por la que rebajó el peso del aúreo romano a 5.4 gr con 667 milésimas.

Por último, Constantino, en el año 310 d.C., creó el solidus, una nueva moneda de oro que sustituirá al aúreo. Tendrá un peso de 4.5 gr y todo fino. También acuñó el semis de 2.25 gr. Esta moneda continuó siendo el estándar áureo durante los siguientes siglos tanto en el imperio de occidente como en el de oriente (Imperio Bizantino).