Los cuartos de real de Carlos IV

En el artículo que presentamos a continuación vamos a ver las monedas de plata de un cuarto de real o cuartillos que se emitieron a nombre del Rey Carlos IV.

Estas interesantes y pequeñas piezas, de unos doce milímetros de diámetro, se elaboraron entre los años de 1790 y 1808 en las cecas americanas por una razón muy concreta, solventar la escasez de moneda menuda para uso local en estos territorios.

Ello fue posible gracias a las Reales Órdenes del 30 de abril del año de 1789 y del 18 de agosto del año de 1790, que obligaron a algunas de las casas de moneda a producirlas, haciendo así cumplir lo que hasta ahora habían sido simples recomendaciones por parte de la Corona, que se habían ido repitiendo y rechazando a lo largo de diferentes reinados.

Esta reticencia de las cecas americanas a producir piezas de menor valor no debe de resultarnos extraña, dado que la rentabilidad en la fabricación de moneda se encontraba directamente relacionada con el valor de la misma, es decir, la elaboración de reales de a ocho o de escudos de oro era más rentable que la del numerario con valores inferiores.

Por esta razón se había evitado o reducido, hasta ese momento, la emisión de moneda pequeña, y también en parte por ello se rechazó la implantación de la moneda de cobre o vellón en la Indias, a excepción de en casos muy puntuales.

Una vez aclarado el por qué surgieron estas monedas vamos a pasar a ver los diferentes tipos que de éstas se realizaron.

El más habitual cuenta con un diseño sencillo, con un castillo grabado en su anverso y un león en el reverso.

Es común que la marca de ceca, el año de acuñación y el valor de la moneda se encuentren también en el anverso, aunque existen unos pocos modelos en los que estos datos o parte de ellos se omiten, como por ejemplo en algunas de las piezas acuñadas en las cecas Santiago, Santa Fe de Nuevo Reino o Potosí.

El otro tipo que podemos encontrar es el de moneda de busto, similar al de otras acuñaciones de este rey. Éste se utilizó en las cecas de Lima y Santiago y contamos con hasta cuatro modelos diferentes.

En la ceca de Lima se presenta un único modelo entre los años de 1792 y 1795, en cuyo anverso aparece el mismo retrato utilizado en las monedas de maravedís peninsulares, y en el reverso el escudo real sencillo coronado.

En la ceca de Santiago se realizaron las otras tres variantes: La primera de ellas, elaborada los años de 1790 y de 1791, cuenta con el retrato de Carlos III y el nombre de Carlos IV con el número escrito a la romana -IV-; la segunda variante, acuñada los años de 1791 y de 1792 es idéntica a la anterior pero con el número de Carlos IV escrito a la etrusca -III-; y la tercera de las variantes, acuñada el año de 1792, cuenta ya con el “busto propio” de Carlos IV en su anverso, que es el mismo que encontramos en el resto de su numerario ultramarino.

Estos tres modelos de moneda cuentan con un mismo diseño de reverso, idéntico al utilizado en las monedas de maravedís, con los cuarteles de Castilla y León rodeados por la corona de laurel.

Esperamos que hayan disfrutado de estas curiosas monedas y esperamos contar con ustedes en el artículo que dedicaremos a los cuartos de real acuñados durante el reinado de Fernando VII.