Quiero coleccionar monedas, pero ¿por dónde empiezo?
El primer paso suele ser visual: bien impulsado por la visita escolar a un Museo; por la fortuita parada ante el escaparate de una tienda de coleccionismo; gracias al paseo por un mercadillo dominical; por la visión de una secuencia de la película de piratas de turno con un gran y sugerente cofre; o, lo más habitual, al admirar el “tesoro” de la abuela guardado en una caja…
El encuentro, casual o no, con el mundo de la moneda, puede ser el inicio de una gratificante etapa como coleccionista numismático. Aunque también, muy a menudo, se da el caso de convertirse simplemente en un “junta monedas”.
En este segundo caso, el personaje de nuestro artículo lo tiene bastante fácil: simplemente “acarrea” con todo el material monetiforme que llega a sus manos, sin otra complicación que la de averiguar dónde lo va a amontonar.
En el primer caso, iniciar el camino del coleccionismo conlleva plantearse más de una incógnita inicial: qué monedas coleccionar, ¿grandes o pequeñas? ¿de metales nobles y preciosos o de cuerpos populares? ¿antiguas o modernas, nacionales o extranjeras? ¿circulantes o conmemorativas? Y así todo un elenco de interrogantes.
Posibles soluciones en los inicios al coleccionismo de monedas
Como posible solución a los enigmas les propongo varias salidas: desde acercarse a un club de coleccionistas local (ahí tienen ventaja las poblaciones pequeñas respecto a las grandes ciudades), donde a buen seguro siempre encontrarán un amable guía que les pondrá en el camino adecuado; hasta acudir a la santa paciencia de un familiar que inició en su día ese viaje; pasando por la adquisición de un manual sobre coleccionismo de monedas numismáticas que señale los pasos a seguir; el acceso a través de Internet y de “san Google” que en multitud de idiomas también podrá resolver los problemas iniciales; y, para mi gusto, la mejor determinación: acudir a un comerciante (tienda numismática) de confianza al que plantear la decisión de convertirse en coleccionista de monedas.
No cabe duda que esta última opción es una de las más seguras y eficaces, ya que un numismático profesional atenderá con gusto a quien puede convertirse en un cliente de futuro.
Imaginemos que ha tomado la decisión de emprender la senda que le llevará a convertirse en coleccionista de monedas. La primera decisión a tomar es por qué país emisor decantarse, el propio o un país o países extranjeros. Digamos que ha elegido el propio, ahora vendrá la elección de moneda antigua o moderna, o mejor dicho, actual, ya que el término de “Moneda Moderna” en Numismática es muy relativo, ya que nos trasladaríamos a la época de los Reyes Católicos.
Bien, ya tenemos un país, el propio, y una época, la actual. Eso conlleva a que podamos iniciarnos en el interesante mundo de la moneda circulante o en circulación. En este caso los euros emitidos desde 2001, con la particularidad que las unidades monetarias de 2 euros bimetálicos muestran dos motivos diferentes cada año, con lo que hay una larga lista de monedas a coleccionar, además del cambio anual de fecha en el resto del cono monetario. Y si quieren ir más allá, resulta que hay 19 países (más Andorra, Mónaco, San Marino y Ciudad del Vaticano) adheridos a la zona euro que emiten anualmente las 8 piezas que componen su serie divisional.
Como verán, hay mucha variedad a la hora de elegir qué tipos de monedas coleccionar.
En la misma línea de moneda que ha circulado en los últimos años, existe la opción de ampliar la materia retrotrayéndose a las emisiones del reinado de Juan Carlos I y, si me apuran, a las anteriores denominadas Estado Español o monedas de Franco.
Pero si en vez de monedas circulantes le son más atractivas las monedas conmemorativas, la oferta española arranca en 1989 con la serie “ECUs”. Desde entonces, hay más de un centenar de piezas disponibles, mayoritariamente en plata.
Tienda numismática Mayor 25.
Más de veinticinco años dedicados al servicio de la numismática, nuestro lema trabajando es:
» ¡Profesionalidad y confianza! «.
- Compraventa de monedas de oro de inversión
- Compraventa de monedas de plata de inversión
- Compramos colecciones de monedas. (Tasación de forma gratuita y personalizada en la tienda)
Nuestra tienda numismática se encuentra Calle Mayor 25, Madrid. Si necesita más información puede visitarnos en la tienda, o bien puede llamarnos por número de teléfono:
¡Estaremos encantados de ayudadarle!
Vayamos a etapas más antiguas
Siempre, sobre todo en los comienzos, mirando la disponibilidad de nuestros bolsillos, pueden que quieran ir “Plus Ultra” (Mas Allá), pero sin pasarse. Para ello lo más recomendable es entrar en el maravilloso “Centenario de la Peseta”, que desde 1868 les acercará de un salto a moneda republicana y monárquica a la vez: céntimos de plata, pesetas y duros firmes y sonoros componen una sinfonía perfecta al alcance de todos. Sobre todo esos tan atractivos duros del patillas, pelón, rizos y cadete de los “alfonsos”.
Y citando el lema “Plus Ultra”, quizá alguien quiera apostar fuerte y abordar una singladura por los mares y océanos que recorrieron nuestros mundialmente conocidos Reales de a 8, con efigies y escudos de reyes Austrias y Borbones acompañados por Columnarios.
La línea histórica en que se basa el catálogo de monedas españolas continúa hacia atrás con sorprendentes monedas que, ya si, han de ir de la mano de expertos o de la ayuda bibliográfica apropiada: monedas medievales hispánicas (castellanas, navarras, aragonesas, castellano leonesas…) y sus coetáneas hispano árabes que requieren de la necesidad imperiosa del conocimiento de la grafía musulmana. No dejemos atrás a las monedas visigodas y sus siempre curiosos motivos “naifs” que representan el largo elenco de tronos que pasaban de uno a otro, como en la famosa serie televisiva.
Sólidos, feluses e histamenones componen la oferta bizantina que, procedente de Constantinopla, marcaron siglos de emperadores y emperatrices desde antes de la caída del Imperio Romano de occidente hasta la llegada de los turcos en 1453.
Casi cinco siglos de acuñaciones en cientos y cientos de cecas repartidas de occidente a oriente, conforma la gigantesca etapa emisora de lo que numismáticamente se conoce como Roma Imperio, desde el año 27 a.C. hasta el 476 d.C., con dinastías como los Flavios, Antoninos, Severos…, hasta que el emperador Teodosio dividió el Imperio en dos, entre sus hijos Arcadio y Honorio. Son miles las posibilidades, sobre todo con los denarios. Y si a todo ello le sumamos otros cerca de cinco siglos de Roma República, desde el 509 a.C. al 27 a.C., la propuesta de denarios, ases y sestercios de las diferentes familias con potestad para acuñar ocuparía hileras de álbumes en las estanterías de un Museo.
Como no quiero llegar hasta la primera moneda acuñada en el mundo, el electrón, del Siglo VI a.C., solo mencionaré una gran etapa anterior a la romana: la de la moneda griega y sus maravillosos tetradracmas.
El viaje, como verán, es casi interminable. De ahí la necesidad de acotar una etapa histórica de inicio y, dentro de ella, gracias a la lectura de libros adecuados o artículos sugerentes de revistas, publicaciones online, como este Blog de Numismática Mayor 25, tener la perseverancia de conocer y comprender cada moneda.
Claro que, ahora puede surgir la siguiente pregunta: ¿y cómo conservo las monedas de mi colección, cómo las cuido, dónde las guardo? Eso, si les parece, lo dejaremos para otro encuentro en este mismo espacio.
¡Hasta Pronto!
Por José María Martínez Gallego