Pruebas Numismáticas II – Alfonso XIII

En un artículo anterior pudimos ver parte del abundante número de pruebas numismáticas realizadas por Alfonso XIII, concretamente hasta el valor de 25 céntimos.En esta ocasión veremos, para los territorios peninsulares, las piezas de 50 céntimos, 1 y 2 pesetas, y para los ultramarinos algunas pruebas realizadas en Manila.

Comenzamos con la prueba peninsular no adoptada de 50 céntimos, que se realizó en cobre el año de 1926. En ella el retrato es similar al sexto de los utilizados de forma oficial para este monarca y el reverso conserva el escudo coronado de España habitual.

Destacar, como curiosidad, que el valor escrito: “50 CENT” se encuentra reflejado en la parte inferior de la leyenda tanto en el anverso, como en el reverso.

En el caso de las piezas de 1 peseta se realizaron también un gran número de pruebas no adoptadas. De hecho se trata del valor con el mayor número de variantes de éstas y todas ellas fueron realizadas en plata a excepción de la última, que se acuñó en latón.

El año de 1927 se realizaron varias pruebas que guardan similitud con las monedas de 50 céntimos de 1926, con el busto del monarca desnudo, que en este caso puede variar su tamaño y con un reverso de escudo coronado ovalado, con roleos vegetales y collar de la Orden del Toisón de Oro y valor escrito en número o en letra dependiendo del diseño.

En 1929 encontramos de nuevo varios modelos donde, además de algunas diferencias en el anverso, el mayor cambio se encuentra en el escudo del reverso, que bien sigue el modelo ovalado con roleos, bien presenta una nueva y bella variante donde al escudo con columnas se añade el collar de la Orden del Toisón de Oro, algo poco habitual en estos valores, ya que su uso se daba en la moneda de oro pero no en la de plata.

Para el año de 1930 se realizaron tres pruebas diferentes, de las cuales destacan especialmente dos. Una de ellas nos muestra un busto del rey y un escudo de España alargados y que se diferencian notablemente del resto de acuñaciones de este periodo.

La otra fue realizada en latón y presenta un anverso idéntico al de las pruebas de 5 céntimos de 1929 y 1930, con un león como alegoría de España y el reverso con el clásico escudo coronado con columnas.

Cabría mencionar como última prueba peninsular aquellas realizadas en cobre con valor de 2 pesetas, que son idénticas a las realizadas para las monedas de 1 peseta en 1904 y 1905 con el retrato de “cadete” y que en ambos casos sí fueron adoptadas.

En el caso ultramarino, concretamente en el de Manila, se pensaron dos pruebas no adoptadas realizadas en cobre para los valores de 1 y 2 centavos. En ambos casos se trata de un mismo diseño, con anverso de retrato real, muy similar al busto de “tupé” o al busto utilizado para las piezas de un peso, pero que muestra una cierta diferencia y que no llegará a utilizarse en ninguna moneda de curso.

Aquí finaliza este segundo artículo sobre las pruebas numismáticas de Alfonso XIII, el cual esperamos haya resultado de interés, así como contar con ustedes en futuros artículos sobre numismática.