Las Monedas de Alejandro Magno

En la Antigüedad Grecia no existía como tal nación, sino que era un conjunto de gentes de habla griega que se extendían por la península balcánica y por ciudades (polis) y sus áreas de influencia distribuidas por casi todo el Mediterráneo, desde la Península Ibérica hasta Anatolia y el Mar Negro.

Alejandro III era hijo de Filipo II de Macedonia y a la muerte de este Alejandro le sucedió en el trono. Fue continuador de su política de consolidación de la hegemonía macedónica sobre los pueblos griegos contiguos. Discípulo de Aristóteles, a los 20 años dirigió una expedición militar de aliados griegos contra el Imperio Persa, eterno enemigo de estos y que tenía sometidas a las ciudades griegas de Asia Menor.

Con un ejército de unos 40.000 hombres cruzó el Helesponto y comenzó la invasión. Tras importantes victorias sobre los ejércitos de Dario III: batalla del Gránico, batalla de Issos y finalmente batalla de Gaugamela y tras haber liberado extensos territorios que incluían Asia Menor, el Levante mediterráneo y Egipto, Alejandro entró en Babilonia. Desde allí continuó su expansión hacia la India, conquistando vastos territorios y estableciendo alianzas para expandir y fusionar su cultura con los pueblos bajo su control. En 13 años consiguió un vasto imperio que le valió la consideración de mayor conquistador y estratega del mundo antiguo. De regreso a casa, cerca de Babilonia le sobrevino la muerte a la temprana edad de 33 años (323 a.C.).

A su muerte, sus Generales (diádocos ó sucesores) y sus familiares se reparten el Imperio formando diferentes reinos entre los que sobresalen el Macedonio, en la Grecia continental, el Seléucida, en Siria y el Ptolemaico, en Egipto y Levante.

 

Tipos de monedas de Alejandro Magno

Se acuñaron monedas de diferentes tipos, desde piezas de oro y plata hasta sencillos divisores de metal a lo largo del amplísimo territorio conquistado.

Las de oro, estáteras y sus divisores, son piezas en las que en el anverso se representa el busto de perfil derecho de la diosa Atenea con casco corintio ornamentado y en el reverso aparece Niké alada (Victoria) a izquierda con una corona de laurel en su mano derecha y un stylo en su izquierda. Su peso era de 8,5 gr. aproximadamente.

Las de plata, las más abundantes, serán tetradracmas y sus múltiplos, principalmente dracmas. Todas tienen la misma iconografía: en el anverso aparece Alejandro representado como Herakles, con la piel del león de Nemea sobre su cabeza y mirando a derecha y en el reverso Zeus, padre de Herakles, sentado a izquierda y sosteniendo un aguila y un cetro. A su lado podemos observar la leyenda vertical ALEXANDROY ó BASILEVS (rey) ALEXANDROY. Las monedas en las que aparece el título de basilevs, normalmente no fueron acuñadas en la Grecia continental, dado que los griegos no eran partidarios de la idea de ser gobernados por un rey. La postura de las piernas, paralelas o cruzadas de Zeus nos indican, con alguna excepción, si las piezas se acuñaron antes o después de su muerte. Los tetradracmas de Alejandro en vida se ajustaban al peso ático de 17,2 gr. (los dracmas 4,3 gr.).

Las cecas donde se acuñaron fueron numerosas, 26 en vida de Alejandro que pasaron a ser 91 tras su muerte y se estuvieron acuñando monedas a su nombre durante alrededor de 250 años después de su muerte. La última ceca conocida fué Mesembria, en Tracia, cerca del año 65 a.C. En gran número de ellas se emplearon diferentes monogramas y símbolos ya fuera para indicar la ciudad, su magistrado o incluso algo más que nos es desconocido en algunos casos.

Justo después de su muerte los tipos de monedas que se emitieron fueron como las acuñadas en vida con pequeñas variaciones, algunas a nombre de su medio hermano Filipo III, Lisímaco, etc.

Sin embargo y a medida que iba pasando el tiempo en determinados reinos como el seléucida, el ptolemaico, el tracio, etc. se comenzaron a acuñar determinadas series en las que ya se incluían los nombres de sus gobernantes lo cual se continuó ya de manera extensiva en algunos de ellos como por ejemplo en Siria y en Egipto donde se desarrollaron ampliamente las dinastías seléucida y ptolemaica con representación en sus monedas de cada uno de los gobernantes del momento.

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¡Hasta la próxima!