Dracmas de plata del rey Azes II
Hoy queremos hablaros sobre las dracmas de plata del rey Azes II de las tribus escitas, las cuales se venden como si pertenecieran a Melchor o a Gaspar. Empezamos.
Aún resuena el griterío infantil ante la gran batalla de romper los pliegos de vistosos papeles que, el pasado 6 de enero, envolvían los regalos dejados por Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente cerca del balcón, bajo el árbol navideño o sobre el sofá del salón.
Fecha esta del 6 de enero conocida litúrgicamente como Fiesta de la Epifanía, que se celebra en 14 países europeos, sobre todo en España y en casi todos los países iberoamericanos, además de Canadá. Día en que se celebra la entrada del Niño Jesús en el mundo. Una especie de “puesta de largo” ante tres ilustres invitados, los tres Magos de Oriente Melchor, Gaspar y Baltasar, de cuya existencia gráfica tenemos noticias en el famoso mosaico de San Apollinaire Nuovo (Rávena) que data del siglo VI, en el que se distingue a los tres magos ataviados al modo persa con sus nombres encima y representando distintas edades.
De cualquier manera, en los países de habla hispana y Filipinas, se celebra esa fiesta como la de la entrega de regalos a niños sobre todo y a adultos también.
Es en esa premisa, el de un regalo, el motivo por el que entramos en esta sección en Numismática Mayor 25. Regalo que entronca de pleno con la numismática, pues de eso se trata: la publicidad ¿engañosa?, de algunos avispados comerciantes, sobre todo ubicados en Estados Unidos.
Las dracmas de plata, o gato por Rey Mago
Casi todos los años, y este pasado también lo ha sido, algún espabilado mercader del otro lado del Atlántico, aprovechaba las cercanas fiestas navideñas para llenar su escaparate digital con imágenes de dracmas de plata del siglo I aC., que representaban al rey de los escitas, Azes II.
Junto a las imágenes de diversos tipos de estas dracmas destaca siempre la leyenda propagandística a gran tamaño:
¡Uno de los tres Reyes Magos a su alcance!
Es decir, “venden” al personaje mostrado en el anverso como uno de los posibles tres Reyes Magos, basándose en que siempre aparece a caballo con la mano alzada en actitud de seguir algo, “tal vez la estrella de Belén”.
Majestuosamente montado a caballo, de perfil, luciendo vestimenta al estilo persa de la época y una corona real de tipo griego, Azes II sostiene un objeto en su mano derecha (unos dicen que es un cetro, otros investigadores que un látigo) señalando al cielo. Ese anverso contiene la leyenda griega ΒΑΣΙΛΕΩΣ ΒΑΣΙΛΕΩΝ ΜΕΓΑΛΟΥ ΑΖΟΥ «El gran rey de los reyes Azes«.
Mientras que el reverso muestra a la diosa Atenea con escudo y lanza, haciendo un gesto con la mano idéntico al budista vitarka mudra. Leyenda de Kharoshti MAHARAJASA RAJADIRAJASA MAHATASA AYASA «El Gran Rey de los Reyes Azes«. Símbolo de triratna budista en el campo izquierdo.
Azes II (reinó alrededor del 35-12 AC), rey que completó el gobierno de los escitas en el norte de la India, actual Paquistán.
Las monedas de Azes II utilizan el griego y elkharoshti en sus leyendas, y representan a una diosa griega como su protectora y, por lo tanto, siguen el modelo numismático de los reyes helénicos con una gran disposición para adaptarse a esa cultura mediterránea.
A partir de ahí toda literatura con la que quieran adornar este producto numismático, auténtica moneda antigua por ambas caras, es libre. Pero engañosa y de muy mala praxis la fórmula utilizada para su venta, queriendo hacer pasar al rey indoescita Azes II por Melchor o Gaspar.
Hay que cuidar mucho las adquisiciones de monedas antiguas y buscar siempre el asesoramiento de auténticos profesionales numismáticos, como los de Mayor 25, que guiarán siempre al coleccionista hacia la mejor compra.
Por José María Martínez Gallego.