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Los bullion norteamericanos en oro

El siglo XX fue el testigo de la aparición de una novedosa opción para los inversores en metales preciosos, sobre todo en el oro, presentados con formato monetiforme. El tradicional formato del lingote dejó paso a un producto más bello e igual de valioso: así nació el bullion o moneda de inversión.

Los bullion norteamericanos en oro:
American Gold Eagle, American Gold Buffalo, Maple Leafe y Centenario

 

Inversores y coleccionistas llevan casi cincuenta años acercándose a las monedas de inversión y a las monedas de oro, con la garantía que las piezas que adquieren están avaladas por el Estado emisor y una Casa de la Moneda oficial que las acuña.

Monedas que pueden comprarse y venderse en cualquier lugar del mundo, pues son sobradamente conocidas y cuentan con un gran prestigio y solvencia internacional.

Este es el caso del establecimiento Numismática Mayor 25, en el auténtico centro de Madrid, en el que expertos profesionales están sumamente preparados para aconsejar al público interesado sobre el tipo de bullion y la más adecuada moneda de inversión que pueda corresponder a cada comprador, el precio de cada moneda y, a su vez, los márgenes en caso de que pasado un tiempo el cliente quiera vender codiciadas piezas de oro.

Para darnos una idea de los bullion acuñados en oro más demandados en todo el mundo, pasaremos a presentarlos agrupados por países, continentes o similares características.

Comencemos pues con Norteamérica y las monedas de inversión de México, Estados Unidos y Canadá.

El Centenario mexicano y sus 50 pesos en oro

Fue en 1921 cuando se celebró el primer centenario de la independencia de México, antiguo virreinato español desde el siglo XVI, y para celebrar la efeméride se acuñó una moneda conmemorativa en oro de gran belleza. Fue tal su demanda a lo largo de años posteriores que se emitió oficialmente hasta 1947, convirtiéndose además de un apreciado tesoro numismático, en una de las monedas más solicitadas para la inversión, tanto en estados Unidos como en Europa, concretamente en España.

La moneda, que se acuñó en la Casa de la Moneda de México, diseñada y grabada por el artista Emilio del Moral, representa en el reverso la escultura de la Victoria Alada con una corona de laurel en la mano derecha, mientras que en la izquierda sostiene los eslabones rotos de una cadena. Al fondo los famosos volcanes Popocatepetl e Iztaccihuatl. Bajo los pies de la Victoria aparecen las fechas de la Independencia mexicana “1821” y la de la emisión que en el caso de la imagen es la de “1921”, la primera de las 16 que hubo. Se suman a estas fechas la denominación “50 Pesos” y el contenido de oro “37,5 gr Oro Puro”.

En el anverso, se reprodujo el símbolo nacional mexicano, un águila posada sobre un nopal, con una serpiente en su pico. Rodeando la imagen aparece la leyenda “Estados Unidos Mexicanos”. En el exergo o canto se reproduce la leyenda “Independencia y Libertad”.

El total del peso de esta moneda de inversión es de 41,66 gramos, de los que 37,5 gramos lo son de oro puro, que equivaldría a 1,2057 onzas troy. Cuenta con una aleación de cobre de un 10%, lo que le da un tono de color algo rojizo. El diámetro es de 37,1 mm.

Su peso, alto contenido de oro y belleza estética, dan a los 50 Pesos o Centenario un prestigio y solidez como moneda de inversión.

 

Estados Unidos con su American Eagle

El American Gold Eagle (Águila de oro americana) es la moneda bullion de oro oficial de los Estados Unidos, que comenzó a acuñarse en la US Mint en 1986. Habitualmente se acuñan en la ceca de West Point, Nueva York, de ahí la “W” que llevan como marca.

Es la onza de oro más vendida en el país norteamericano, siempre con las mismas características: valor nominal de 50 dólares, calidad proof, diámetro de 32,70 milímetros, peso de 33,931 gramos, canto estriado.

Por ley, el oro utilizado en el proceso de acuñación del American Gold Eagle debe proceder exclusivamente de yacimientos mineros situados en los Estados Unidos, con una aleación de plata y de cobre (91.67%Au 3%Ag 5.33%Cu) para producir más resistencia al desgaste de la moneda de 9167 milésimas, es decir 22 quilates, que había sido durante mucho tiempo la medida estándar para las monedas de oro, proveniente de la corona de oro inglesa.

El American Eagle de oro es más oscuro que las monedas del mismo metal de 9999 milésimas y, por su mayor dureza, es más resistente a arañazos.

 

 

Otra de las particularidades de la emisión de estas monedas de inversión es que entre 1986-1991 la fecha de emisión vino inscrita en números romanos, aunque desde 1992, se pasó a números arábigos para datar las mismas.

El anverso del American Gold Eagle reproduce a la famosa figura de la “Dama Libertad”, tal y como la diseñara su autor August de Saint-Gaudens en 1907, con los cabellos al viento y una antorcha en la mano derecha, mientras que en la izquierda porta una rama de olivo, todo ello rodeado por haces de luz. Al fondo, a su se muestra el Capitolio de Washigton.

Su modelo fue la bella María Cunningham, una joven camarera irlandesa de un pequeño pueblo de Cornish, New Hampshire, cerca del estudio del artista. Cuando posó como modelo para Saint-Gaudens tenía unos veinte años de edad, aunque aparece en la moneda como una completa mujer muy parecida a la imagen de una diosa griega.

El diseño del reverso del American Gold Eagle es obra de la reconocida escultora Miley Frances Busiek, autora de numerosas esculturas en bronce, acero y piedra, que ha realizado casi toda su obra en Dallas, Texas, hasta su traslado a Washington.

La autora del reverso muestra a un águila macho llevando una rama de olivo en sus garras, volando por encima de un nido que contiene una hembra y sus crías. Todo ello rodeado por las inscripciones “United Status of America”, “E Pluribus Unum”, “In God We Trust” y el peso del contenido de oro fino y el valor facial.

Los American Buffalo, más pequeñas pero ya legendarias

En 2006, en su primer año de acuñación, se vendieron 323.000 monedas del American Gold Buffalo, convirtiéndose en la segunda moneda de inversión más demandada de Estados Unidos.

Las monedas del American Gold Buffalo contienen 24 quilates de oro, mientras que las del American Gold Eagle son de 22 quilates. Las monedas de American Gold Buffalo de una onza de oro son un poco más pequeñas y livianas que las American Gold Eagle del mismo peso que contienen 3% de plata y 5% de cobre mezclado en la aleación, lo que hace que el peso total de una moneda de American Gold Eagle sea de casi 1,10 onzas.

La primera emisión contó con una tirada récord de 337.012 ejemplares. Desde entonces, el número total de piezas acuñadas hasta diciembre de 2018 ha sido de más de 2,5 millones de monedas de una onza del American Gold Buffalo.

Las características de la emisión no han variado desde 2006, con su valor nominal de 50 dólares, acuñada en la Ceca de West Point, aunque no reproduce la marca “W” que la caracteriza, con un peso de una onza (31,10 gramos), diámetro de 32,7 milímetros y grosor de 2,95 milímetros. La pureza del American Gold Buffalo es de 9999 milésimas.

El diseño tampoco ha variado desde su inicio. El anverso de la moneda representa a un nativo americano, quien según su diseñador James Earle Frase creó una mezcla de las características de tres jefes de diferentes tribus indígenas estadounidenses que posaron como modelos: Big Tree (indios Kiowa), Iron Tail (indios Sioux) y Two Moons (indios Cheyenne). Como leyendas, aparecen el lema “LIBERTAD” en la parte superior derecha, el año de emisión “2018” en la parte inferior izquierda, y debajo la letra “F”, como marca del diseñador Fraser.

En cuanto al reverso, aparece en las monedas contemporáneas American Gold Buffalo una adaptación de la obra de arte diseñada para el Buffalo Nickel de 1913. Esta obra mostraba el perfil de un bisonte americano, que generalmente se cree que es Black Diamond (Diamante Negro), que vivió en el zoológico Central Park de Nueva York a principios del siglo XX. El bullion también tiene en común con el níquel el lema “E PLURIBUS UNUM” sobre la parte baja de la espalda del búfalo y “UNITED STATES OF AMERICA” en la parte superior. En la inferior aparece el valor facial “$ 50”, el peso de “1 OZ.” y el fino y metal “.9999 GOLD FINE”. Además, el lema “In GOD WE TRUST”.

 

Maple Leaf, la Hoja de Arce canadiense más brillante

La canadiense Gold Maple Leaf  (Hoja de Arce) es el producto oficial bullion de oro de Canadá. Acuñada por la Royal Canadian Mint, Ceca de Ottawa, por primera vez en 1979, es la segunda moneda de inversión más antigua después del Krugerrand de Sudáfrica.

Estas monedas contienen una onza troy (31,10 gramos) de oro puro de 9999 milésimas, en calidad BU (Brillante Sin Circular), cuentan con un valor nominal de 30 dólares canadienses respaldados por el gobierno federal de Canadá. Su diámetro es de 30 milímetros y su espesor mide 2,8 milímetros.

El diseño del anverso mantiene el tradicional perfil de la reina Isabel II, cabeza de la Commonwealht, obra de Susanna Blunt realizado en el año 2003 como la imagen de cuarta generación de la reina británica para aparecer en monedas canadienses, es la primera y única hasta la fecha que representa a Isabel II sin una corona en la cabeza.

En el reverso de todas las monedas del bullion canadiense se encontrará la imagen creada por Walter Ott de una hoja de arce, el símbolo oficial de Canadá que data de mediados del siglo XIX, utilizándose por los equipos deportivos e incluso por el gobierno federal como símbolo del país en la actualidad.

Desde su primera emisión en 1979, se han cuñado más de 20 millones de onzas de oro del Maple Leaf. El año con mayor número de ejemplares emitidos fue el de 1985, con 1.747.500 piezas. Por el contrario, el año con menor tirada fue el 2000, con 86.375 monedas.

 

Estas cuatro monedas de inversión mantienen una demanda constante a ambos lados del Atlántico y forman parte del gran elenco de bullion a disposición de inversores y coleccionistas.

Y como siempre, si te estas preguntando dónde comprar o vender este tipo de monedas de oro, os recomendamos acudir a establecimientos de confianza para la compra o venta de estas magníficas piezas de oro.

¡Hasta pronto!

Por José María Martínez Gallego