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La “Filarmónica” cumple 30 años de vida aupada por la gran subida del oro

Los sectores económicos ligados a los metales preciosos, sobre todo al oro, están positivamente alarmados: el rey de los metales no para de subir en los mercados internacionales, sobre todo en el COMEX de Nueva York donde ya cotiza a 1.313 dólares la onza, es decir 1.149 euros, mientras que el gramo de oro está en 36,96 euros.

Lógicamente la bonanza del metal precioso también influye en los mercados de monedas de inversión o bullion y, por ende, en los de colección.

Tal es así que a las celebraciones por el 30 cumpleaños de la famosa moneda “Filarmónica”, acuñada por la Münze Österreich (Casa de la Moneda de Austria, Ceca de Viena), se suma el alborozo de su valor al alza.

Bullion número 1 en Europa, un poco de historia

Hasta el 1 de enero de 1989 la tradición austriaca de regalar monedas de oro entre los parientes más cercanos, de abuelas a nietos, tíos a sobrinos, padres a hijos, cambió radicalmente. Durante el último siglo y medio los obsequios amonedados se basaban casi siempre en las famosas 100 coronas del emperador Francisco José, acuñadas entre 1892 y 1916.

Pero desde finales de la década de los 80 del pasado siglo el panorama numismático cambió y apareció un relevo generacional: nació la “Filarmónica”.

Con la misma o mayor fortaleza que sus antecesoras con la efigie del anciano emperador, aunque la nueva moneda salida de las máquinas acuñadoras vienesas contaba en aquella época con la desventaja de tener que pagar el IVA.

Por fortuna, ahora, las monedas de oro, colección o inversión, acuñadas desde 1800 están libres de impuestos.

La “Filarmónica” vino a llenar un hueco que con anterioridad solo llenaban los Krugerrand sudafricanos, los American Gold Eagle estadounidenses o los Maple Leaf canadienses.

 

 

Características del bullion o moneda de inversión de Austria

La Ceca de Viena valoró diversos diseños para anverso y reverso del bullion de oro, para decidirse por un tema ligado a la música simbolizado por la orquesta más conocida del mundo, ya que el concierto de la Filarmónica en el Día de Año Nuevo se televisa cada nuevo año a cerca de 100 países de todo el mundo.

La Filarmónica de Viena, es la protagonista de la pieza. Fue Thomas Pesendorfer, grabador jefe de la Münze Österreich, quien creó el diseño de la moneda aplicando instrumentos de cuerda – viola, violonchelo y violín – al centro del anverso, dominando la imagen. El cuerno de Viena y el fagot son representativos de varios instrumentos de viento que, en detalle, son diferentes de los instrumentos estándar utilizados por otras orquestas. Sólo el arpa entró al diseño más o menos por casualidad.

El reverso presenta una imagen estilizada de lo que una audiencia televisiva reconocerá como telón de fondo del concierto de Año Nuevo, el famoso órgano neoclásico que representa la sala dorada en la sala de conciertos ‘Musikverein’.

Su peso estándar es el de 1 onza troy, equivalente a 31,10 gramos, con un diámetro de 37 milímetros y valor nominal de 100 euros. La pureza del oro es de 9999 milésimas.

 Así es como se estableció la Filarmónica de Viena para el mundo, que pronto se completó con sus versiones en plata y platino. Hoy en día, la moneda está entre los cinco grandes de monedas bullion. Una cartera de inversión de oro sin ella es francamente impensable, a la vez que para los amantes del metal precioso es el objeto más hermoso para su colección.

Eso sí, siempre con la recomendación de que tanto para su compra como para su venta se acudan a establecimientos numismáticos profesionales, donde la atención y fiabilidad son la mejor seña de identidad, como es el caso de la tienda numismática Mayor 25 en Madrid.